¿Qué está pasando con la inflación en Colombia? Una visión desde el IPC y el IPP en septiembre de 2022
octubre 11, 2022
En los últimos meses, un tema recurrente en el ámbito económico global es la inflación. Desde inicios de este año, la inflación ha sido un tema que tiene preocupados a los colombianos y en general a las personas alrededor del mundo, pues los precios se han incrementado notablemente mes a mes. En respuesta a esto, las autoridades monetarias han emitido políticas para contener el aumento de precios, como el aumento de tasas de interés, sin embargo, la inflación sigue acelerada.
Se dice que hay inflación cuando la variación de los precios es positiva. Dependiendo del punto de vista del que se quiera ver el aumento de precios, se hace uso de indicadores de precios que son construidos por las oficinas nacionales de estadísticas, en el caso colombiano el Departamento Administrativo Nacional de Planeación (DANE). Comúnmente se utiliza el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para estimar la inflación general de una economía, sin embargo, es importante destacar que este índice da cuenta del aumento de precios en la canasta de consumo final de los hogares establecida por el DANE, mas no de los precios en general.
Por otra parte, el Índice de Precios al Productor da cuenta de los precios de bienes intermedios e insumos. Si bien el IPC es el indicador más usado, el IPP también es un indicador clave, pues explica el comportamiento de los precios de la canasta de bienes de la producción nacional. Es importante para la toma de decisiones de política pública, especialmente en la política monetaria, pues funciona como mecanismo para detectar problemas inflacionarios y en el comportamiento de los precios, así como para aproximarse a la realidad de comercio interno y a la estructura productiva del país. Es por ello que en esta entrada se hará un apartado para analizar cada uno de estos.
Empezando con el indicador de precios más utilizado, el IPC en septiembre de 2022 se situó en 122,63 (ver Figura 1), teniendo una variación mensual de 0,93 % (respecto a agosto de 2022) y una variación interanual (respecto a septiembre de 2021) de 11,44 %, esta última variación es la más alta registrada desde marzo de 1999. Durante el primer trimestre de 1999 se presentaba una recesión económica, es decir que el PIB creció negativamente, y el ambiente externo era desfavorable con una fuerte caída en el precio del petróleo y otros bienes primarios, altas tasas de interés en el mundo, devaluación cambiaria y efectos negativos por la crisis asiática que redujo los flujos de capital, entre otros (Fedesarrollo, 1999). Si bien en el 2022 no se presenta una recesión, sí se tiene un contexto en donde Colombia y las economías del mundo se están recuperando de los estragos de la pandemia de COVID-19 sumado a una alta incertidumbre producto del cambio de gobierno nacional, la devaluación del peso, los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania sobre las cadenas de suministro a nivel mundial y algunos fenómenos naturales que han contribuido a un aumento en los precios de manera global.
Fuente: Diagramación CCCE con datos de DANE (2022)
Como se evidencia en la Figura 1, durante la época más fuerte de la pandemia, es decir, de abril de 2020 a mayo de 2021, la inflación anual se mantuvo baja, en promedio cercano a 2,08. Esta situación se debe en parte a la irrupción del COVID-19 que ocasionó cierres de fronteras, detenimiento de actividades económicas, culturales, escolares, entre otras. Esta lentificación impactó el crecimiento PIB, el mercado laboral, la situación de pobreza y precios de la canasta de los consumidores, que como como resultado de la incertidumbre de la situación, optaron por gastar con cautela pues la dura situación hizo perder muchos empleos. Una vez la situación se empezó a controlar y a volver gradualmente al ritmo de la prepandemia, se reactivó de nuevo la demanda, pero con una oferta que no creció a la par, los precios comenzaron a subir.
Analizando el comportamiento de los precios al consumidor por divisiones (ver Figura 2 y Figura 3), se encuentra que las categorías que más han contribuido a la inflación han sido: Alimentos y Bebidas No Alcohólicas (4,53 puntos porcentuales -pp-), Alojamiento, Agua, Electricidad, Gas y Otros (2,25 pp) y Restaurantes y Hoteles (1,6 pp). Cabe destacar que la división de Información y Comunicación aportó negativamente 0,25 pp, lo que indica que respecto al año anterior los precios de los productos (servicios de comunicaciones: telefonía y fax) de esta división descendieron.
Fuente: Diagramación CCCE con datos de DANE (2022)
Se destaca la variación y contribución a la inflación elevada de la división de Alimentos y Bebidas No Alcohólicas. Si bien Colombia produce gran parte alimentos que consume, para producirlos requiere de insumos como fertilizantes y concentrado para engorde de animales que se importan. Estos insumos han incrementado aceleradamente sus precios desde mediados de 2021 debido al aumento de los precios del hidrógeno -componente de varias clases de fertilizantes- y a los elevados y volátiles precios de la energía, sobre todo en Europa, esto último se agudizó con la invasión de Rusia a Ucrania a finales de febrero de 2022, aunado al hecho de que según La República (2022) el 30 % de los fertilizantes se importan desde Rusia. Estos altos costos de insumos se han trasladado principalmente a los alimentos y bebidas no alcohólicas para consumo final en el país.
Fuente: Diagramación CCCE con datos de DANE (2022)
El alto costo de la energía se ha visto en las principales ciudades del país, sin embargo, se destaca la mayor variación en la zona costera, sobre todo en la Costa Atlántica en donde se presentan retroactivos de impagos generados durante la pandemia y deudas producto de las anteriores empresas de energía en la zona. Esta aceleración en los precios de la división se evidencia desde mayo de 2021 (Figura 4).
Fuente: Diagramación CCCE con datos de DANE (2022)
Al analizar por ciudades, se encuentra que Cúcuta, Santa Marta y Valledupar son las más afectadas por el aumento de los precios en la canasta total. Sin embargo, haciendo zoom en las divisiones de bienes y servicios que más contribuyeron a la inflación anual, se tiene que: Alimentos y Bebidas No Alcohólicas aumentó más en Neiva (31,07 %), seguido de Ibagué (30,16 %) y Riohacha (29,38 %); Alojamiento, Agua, Electricidad, Gas y Otros Combustibles aumentó más su precio en Riohacha (13,37 %), Valledupar (13,02 %) y Santamarta (12,95 %), tres de las ciudades de la costa caribe que más se han visto afectadas, como se había mencionado.
El aumento de precios (11,44 % anual) no se percibe de manera uniforme por ciudades, como se mostró antes, ni por divisiones de bienes y servicios ni por nivel de ingreso. El DANE estimó que los más afectados por el aumento de precios comparando septiembre de 2022 con el mismo mes de 2021 son los pobres (inflación anual de 13,39 %), seguidos de los Vulnerables (13,16 %), luego la Clase Media (11,6 %) y por último se ven afectados los de Altos Ingresos (9,8 %). Esta situación es preocupante pues entre menor ingreso se tiene, mayor proporción de este se gasta en bienes de la canasta básica, lo que indica que hay mayor pérdida adquisitiva, que se traduce en una afectación del volumen de consumo y de las condiciones de vida.
El índice de precios al productor es un indicador económico que refleja la variación mensual promedio presentada en una canasta de bienes en la producción nacional. Entre otros, es importante para la toma de decisiones de política pública e inclusive política monetaria, pues funciona como mecanismo para detectar problemas inflacionarios y del comportamiento de los precios, así como capturar la realidad del comercio interno y la estructura productiva del país. También permite anticipar el comportamiento de los precios en los bienes finales.
La variación anual del índice de precios de la oferta interna ha sido menor para bienes de capital que para bienes de consumo final e intermedio. Mientras desde enero de 2021 la variación en los últimos ha oscilado entre 2 % y 29 %, en bienes de capital ha estado alrededor de 1 % y 9 % (DANE, 2022). De acuerdo con las dinámicas internacionales de los últimos años, los precios de insumos y materias primas para la producción de algunos tipos de bienes han aumentado considerablemente, dada la variación del dólar respecto a la moneda nacional y la dependencia misma de las importaciones de insumos para estos productos. Durante el mes de septiembre, las frutas fueron la actividad con mayor índice de precios al productor igual a 2772, seguido de las hortalizas de raíz, bulbosas y tuberosas con 616 y los cítricos con 510 respectivamente. Como se puede observar en la Figura 5, los productos con mayor variación en el IPP para el último mes están relacionados con la agricultura, igualmente a lo largo del 2022.
Fuente: Diagramación CCCE con datos de DANE (2022)
De acuerdo con la variación presentada en productos relacionados con el agro, el DANE junto a la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria realizan constantemente un monitoreo del precio de insumos en el sector agro mediante el índice de precios de insumos agrícolas. Este índice permite obtener la situación actual a la que se enfrentan los productores y un panorama sobre el incremento en precios. Si bien desde junio se ha presentado una recuperación, este año ha sido marcado por valores históricos, como en abril cuando el aumento en los fertilizantes fue del 13,7 % y la variación del índice de precios de insumos fue de 11, 2 % (Minagricultura, 2022).
Realizando una desagregación por tipo de bienes, se evidencia que el consumo intermedio presenta una mayor variación anual en el IPP, siendo este un resultado esperado dadas las crisis internacionales, como la guerra Rusia – Ucrania, que ha causado un aumento en precios internacionales de los insumos para la producción y de energía. Al 6 de octubre de 2022 la TRM respecto al dólar es de $4.548 con una oscilación entre $4.300 y $4.600 en el último mes, razón suficiente para un aumento considerable en importaciones y producción nacional de este tipo de bienes. Por otro lado, los bienes de capital tienen una menor variación de precios.
El comportamiento de algunos de los productos que representan una mayor participación en el número de transacciones realizadas por comercio electrónico (ver Figura 6), por ejemplo, la fabricación de aparatos de uso doméstico o productos informáticos y electrónicos ha mantenido una variación constante a lo largo del año 2022, contrario a artículos textiles que desde enero han crecido alrededor de 15 %, respecto a bienes finales para consumo interno. Este incremento en los precios de producción para consumo interno no ha visto un mayor impacto en el gasto de los hogares, donde, por ejemplo, para el segundo trimestre de 2019 el gasto final de los hogares en prendas de vestir y calzado tuvo un crecimiento del 1,8 % respecto al mismo trimestre del año anterior, en contraste, al segundo trimestre del 2022 el crecimiento fue de 39,3 % (DANE, 2022).
Fuente: Diagramación CCCE con datos de DANE (2022)
Es un hecho que los precios han aumentado por causas diversas como la recuperación de la pandemia de COVID-19, la apreciación del dólar al mismo tiempo que la depreciación del peso, estragos de la guerra entre Rusia y Ucrania, fenómenos naturales, incertidumbre, entre otros. Por parte del IPC, las divisiones que más contribuyeron a la inflación anual en septiembre de 2022 fueron: Alimentos y Bebidas No Alcohólicas, Alojamiento, Agua, Electricidad, Gas y Otros y Restaurantes y Hoteles. Del mismo modo, las ciudades más afectadas por la variación del IPC total son: Cúcuta, Santa Marta y Valledupar. Se debe resaltar que el grupo poblacional que más se ha visto afectado por el ascenso de precios de la canasta de los consumidores son las personas con menores ingresos además de que son quienes gastan mayor proporción de sus ingresos en bienes de la canasta básica, lo que indica que hay mayor pérdida adquisitiva que a su vez representa pérdidas en el volumen de consumo y las condiciones de vida.
Finalmente, el incremento que ha tenido el IPP en el último año junto a las crisis internacionales, colaboraron a ejercer un impacto significativo en el precio de los productos relacionados con el agro. La elevada tasa de cambio y una importante dependencia de insumos importados funcionan como un factor que profundiza los riesgos principalmente en dicho sector. Si bien ha habido incrementos considerables en el índice de precios de bienes finales, su impacto sobre el consumo no es generalizado. En la categoría de textiles, por ejemplo, se han presentado incrementos en el consumo. Sin embargo, es importante que las autoridades monetarias realicen políticas que encaminen la inflación hacia su meta (3 %) para que de esta manera consumidores y productores no pierdan en gran medida su capacidad adquisitiva y se desempeñen armoniosamente en la economía.
DANE. (2022). Índice de Precios al Productor. Recuperado 05 de octubre de 2022. https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/precios-y-costos/indice-de-precios-del-productor-ipp
DANE. (2022, 5 octubre). IPC septiembre de 2022 – información técnica. Recuperado 5 de octubre de 2022, de https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/precios-y-costos/indice-de-precios-al-consumidor-ipc/ipc-informacion-tecnica#indices-y-ponderaciones
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Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. (2022). Índice de Precios de Insumos Agrícolas. Recuperado 06 de octubre de 2022. https://experience.arcgis.com/experience/7755bf3d75e944baaf0a380906402273/page/IndiceTotal/?views=Total-Fertilizantes%2CTotal-Plaguicidas
