El coronavirus y el comercio electrónico

marzo 13, 2020

Desde diciembre de 2019 inició un brote de Coronavirus (Covid-19) en la ciudad de Wuhan en China. Desde allí, el virus se ha expandido en poco más de tres meses a 117 países. A 13 de marzo de 2020 se reportan 137.445 casos de personas infectadas y cerca de 5.088 fallecidos. El 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este virus como una pandemia (enfermedad epidémica que se extiende por varios países del mundo). Como medidas de control, los países han implementado medidas de contención que han disrumpido la economía mundial. En el caso de China, se implementaron políticas de cuarentena en varias ciudades, así como reportes diarios de estados de salud y monitoreo constante a los ciudadanos. En el caso de Italia, se han cerrado todos los negocios no esenciales, además de que se han prohibido las reuniones de personas y se ha restringido la movilidad a los ciudadanos. Estados Unidos declaró una emergencia nacional el 13 de febrero y ha prohibido la entrada de personas de China, así como de personas que hayan estado en territorio europeo en los últimos 14 días antes de su intento de ingreso a EE.UU.

En el caso de América Latina, se han reportado casos de pacientes infectados en todos los países excepto, Uruguay, Surinam, Guatemala, Nicaragua, Haití y Puerto Rico. En Colombia, al 16 de marzo, se han registrado 54 casos, llevando a una declaratoria de emergencia sanitaria por dos meses hasta el 30 de mayo de 2020. 

¿Cómo el comercio electrónico puede aportar a esta situación?

Las recomendaciones más importantes que están emitiendo los gobiernos es evitar las aglomeraciones y, en lo posible, reducir las interacciones por fuera del hogar. En este caso, el comercio electrónico puede ser una herramienta muy útil para ayudar a la implementación de estas medidas de salud pública. En Estados Unidos, información preliminar de Coresight Research muestra que antes de la declaratoria de emergencia nacional, el 27% de los consumidores redujo sus visitas a tiendas físicas y el 53% planea reducirlas a medida que aumente el número de personas contagiadas. Se espera que esta tendencia continúe a medida que se intensifica el contagio de la enfermedad. Si bien no todas estas interacciones que se dan en el comercio tradicional migrarán al comercio electrónico, pues en algunos casos los consumidores decidirán postergar el consumo, en bienes esenciales como lo son comida o productos de higiene, las plataformas de economía digital pueden contribuir a mantener abastecidos los hogares al tiempo que se minimiza el contacto entre personas, reduciendo los riesgos de contagio.

Este rol puede desde ya comenzarse a ver en el país norteamericano. De acuerdo con Quantum Metric, en Estados Unidos, las ventas a través de internet han incrementado un 52% desde finales de febrero de 2020 (comparado con el mismo periodo en 2019) y el número de compradores en línea, ha incrementado 8.8%. Esto muestra que muchas personas están viendo en el comercio electrónico una alternativa ante los riesgos que plantea el Covid-19.

Empresas de domicilios a través de economía colaborativa, como Postmates en Estados Unidos o Meituan en China, ya están implementando programas para que en proceso de entrega no haya contacto entre los domiciliarios y la persona que recibe el pedido. Esto genera mayor confianza a los consumidores pues contribuye a la reducción de los factores de riesgo que pueden causar el contagio del Coronavirus. De igual forma, darle la certeza a los ciudadanos de que pueden acceder a productos de primera necesidad de forma rápida y segura, evitaría compras de pánico que restrinjan el correcto abastecimiento de todas las personas.

Por otro lado, de acuerdo con el Centro de Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, existe el riesgo de contagio por tocar superficies inertes infectadas con el virus y posteriormente tocar la boca, nariz u ojos. Sin embargo, es importante aclarar en este punto que la OMS y el CDC han sido enfáticas en señalar que, si bien existe un riesgo, éste no es el principal medio de contagio del Coronavirus. Dentro de estas superficies se debe considerar el efectivo, pues su alta rotación ente distintas personas puede convertirlo en un potencial factor de riesgo[1]. El uso de pagos digitales evita que las personas deban utilizar billetes o monedas, lo que reduce también la exposición que puedan sufrir los ciudadanos a este factor de riesgo. Alternativas como las billeteras virtuales, los pagos con QR, o los pagos a través de links en redes sociales, entre otros, reducen la circulación de efectivo entre personas, minimizando su capacidad de exposición a riesgos. Además, la utilización de los canales electrónicos de las entidades financieras evita la necesidad de desplazarse a sitios por fuera del hogar, evitando aglomeraciones.

Finalmente, la telemedicina ha sido otra industria que ha contribuido de forma importante en la actual coyuntura. Tener la posibilidad de comprar medicamentos a través de internet y realizar consultas médicas a distancia, reduce la presión sobre los sistemas de salud por los crecientes flujos de pacientes. Tanto en China como en Europa y Norteamérica, las soluciones de telemedicina están siendo crecientemente utilizadas para dar respuesta a la acelerada demanda de servicios médicos, además que reducen el riesgo de contagio al dar tratamiento ambulatorio a pacientes con síntomas leves de forma aislada, sin exponer a otros ciudadanos a un posible contagio.

 

¿Qué riesgos hay para las empresas de comercio electrónico?

Dada la coyuntura actual, el primer reto para las empresas de comercio electrónico es generar la suficiente confianza en los consumidores para la utilización de los canales digitales en la realización de sus transacciones. Si bien, los consumidores están percibiendo a las compras a través de internet como una alternativa a las relaciones tradicionales, también es creciente la preocupación por la manipulación de paquetes y productos en el proceso de última milla, especialmente en las empresas de domicilios especializados en última milla. Para poder atender esta preocupación es muy importante implementar rápidamente medidas de asepsia por parte de las personas que realizan los procesos de entrega y comunicarlos de forma asertiva a los consumidores, de tal forma que los consumidores utilicen con mayor frecuencia este medio, con los beneficios que esto implica para la contención del riesgo de contagio.

Por otro lado, es muy importante señalar la afectación que implica sobre el sector de comercio electrónico la caída en el uso de turismo por parte de los consumidores. De acuerdo con la Encuesta Anual de Servicios, en 2018, cerca del 40% de las ventas de las agencias de viaje y servicios de alojamiento se realizaron a través de internet. La caída en las reservas turísticas, así como las cancelaciones de tiquetes aéreos repercute directamente sobre el sector, pues, de acuerdo con el Estudio de Demanda del Observatorio de eCommerce, es la categoría de economía digital donde más compran los colombianos.

Es de esperarse que el efecto sea temporal y no haya consecuencias de largo plazo sobre las empresas del sector. Sin embargo, esto dependerá del tiempo que tome el regreso a la normalidad, pues de extenderse podría arriesgar la estabilidad de empresas de transporte aéreo, agencias de viajes y alojamientos, creando un mercado consolidado en menos actores a futuro.

Finalmente, las empresas de comercio electrónico deben realizar un seguimiento detallado a los patrones de demanda de los consumidores. Durante las próximas semanas, a medida que se continúe la fase infecciosa del Covid-19, es de esperar que el consumo de bienes suntuarios a través de internet caiga, aunque con crecimientos en el consumo de entretenimiento en el hogar. Estas afectaciones serán solo temporales y se esperaría que regresen una vez superada la situación, aunque esto dependerá del manejo que den los gobierno, ya que si las medidas se extienden por mucho tiempo, existiría un riesgo eventual de una recesión mundial que cambiaría de largo plazo las tendencias de consumo de los consumidores.

 

[1] Es muy importante recalcar que el 9 de Marzo de 2020, la OMS desmintió noticias que estaban siendo reproducidas en medios del Reino Unido donde se señalaba que el efectivo era la principal fuente de contagio del virus.